sábado, 31 de octubre de 2015

Gobernador General Arístides Tellería 1909-1911


Militar y político venezolano nacido en  coro  en  1861.   Gobernó  el  Estado  Bolívar entre 1909 y 1911 cuando decidió romper con Gómez por problemas referidos a la administración de tierras baldías en el estado.

El 19 de agosto de 1909, el General Arístides Tellería, fue designado Presidente provisional del Estado Bolivar, por decreto del Gral. Juan Vicente Gómez, quien además le nombró como Consejeros al Dr. Toribio Muñoz, Gral. Anselmo Zapata y Gral. Marcelino Torres García.

Tellería, con todo su sequito, llegó a Ciudad Bolivar el 27 y en la mañana del siguiente día fue juramentado en el salón de sesiones de la Municipalidad por el presidente edilicio Dr. J. M. Agosto Méndez.  Traía consigo el decreto presidencial de lo que sería el nuevo situado del Estado: 21 mil bolívares mensual.

El General Castro – Gomecista, quien compartía con su compadre el general Gregorio Segundo Riera, el cacicazgo de la región falconiana, se encontró con una Ciudad Bolívar inundada.  El Orinoco había roto el Dique a la media noche del 23 y penetrado a sus antiguos predios hasta nivelar sus aguas con las de la Laguna cubriendo hasta el techo numerosas casas de la parte baja y llegando escalonadamente hasta la mitad  las aceras de las ubicadas en cota superior.

La gente asoció la alta crecida del Orinoco con la llegada del Cometa Halley, anunciada como el mayor fenómeno celeste que quizás haya observado la humanidad desde 240 años antes de Cristo cuando fue registrado por primera vez.

El Bachiller Ernesto Sifontes tenía doble trabajo: estar pendiente del Río y del Halley, el cual observaba con un telescopio instalado en el Colegio Nacional, precisando con un cronometro inglés marca Luis Casartelli, la hora en que su cauda estaría más próxima a la atmósfera de la Tierra.

A pesar de las especulaciones del Flanmarion que, entre otras cosas decía que estaríamos expuestos a morir de alegría por la influencia magnética de la electricidad de que estaba cargada la cauda del cometa, no pasó nada; en cambio, el Orinoco causó grandes males.

El agua llego al frente de los talleres del diario El Luchador y penetró hasta el patio de las familias Cambra, Núñez Machado, Machado, José Eugenio Sánchez, Siegert marcó, Virgilio Casalta, Julio García, Alcalá Sucre y todas las de las calles El Porvenir, Rosario, Plaza Farreras, La Cloaca, El Cañón, Maturín, Zaraza, El Toro, El Remanso, Urica o Isla del gato, Piar, Santa Justa, 28 de Octubre, Santa Rita y Orinoco; Solar de la Aduana Vieja, Barrio Santa Lucia (parte sur de la Laguna), Barrio La Logia, barrio El Chipolo.

Total: 442 casas inundadas. El casco parecía una isla y se comentaba que si después de 1903, año de la última crecida, se necesitaron seis años para reconstruir a medias las viviendas destruidas, por lo menos diez trascurrirían ahora para levantar de nuevo esas viviendas.

Pero esas viviendas podrían ser mejores, por lo menos a lo que el techo se refiere, según un anuncio de la firma Seijas & Madriz, que ofrecía introducir desde Nueva Cork una modalidad de techo considerado más barato, económico y duradero que la palma de Moriche. Tal era el De Ronde´s  Rooting.

De manera que el primer Decreto de Tellería, luego del que designaba el Gral. Luis García Calatrava como Secretario General de Gobierno, lo dictó para destinar 40 mil bolívares del presupuesto al mejoramiento de las defensas de la ciudad contra las periódicas embestidas del Orinoco.  Preveía la reconstrucción del Dique entre la parte Oriental de santa Lucia y la Occidental de la Alameda, obra ésta que se encomendó a Juan Vicente Rodríguez.  El Presidente de la República, J. V. Gómez, dispuso 6 mil bolívares para los damnificados más pobres 545, según el censo del Obispo Antonio María Durán, presidente de la Junta de Socorro.

El represamiento del río San Rafael por le crecida del Orinoco aisló completamente a las posesiones rurales que existían en lo que es hoy La Sabanita, entre ellas la de Guillermo Lange, quien pidió al Concejo Municipal le concediera permiso para la construcción de un Puente de Hierro sobre San Rafael.  Tal permiso le fue concedido el 2  de septiembre por acuerdo del Concejo en un sitio escogido por la Comisión Permanente de Obras Públicas de la Municipalidad.  Se declaró dicha obra de utilidad pública y en consecuencia expropiada los terrenos necesarios.

Seguidamente y conforme a la nueva Constitución Nacional, dispuso Tellería lo concerniente a la reorganización del Estado asumiendo como parte del mismo Territorio Federal Yuruary, el cual había quedado abolido.  Convocó a elecciones para Asamblea Constituyente del Estado Bolívar disponiendo dos representantes de cada distrito y fijando el 25 de septiembre como día de las elecciones para los ciudadanos mayores de 21 años.

La Asamblea Legislativa Constituyente se instaló el 29 de octubre bajo la presidencia del Dr., Luis Alcalá Sucre, acompañado en la Directiva por los Vicepresidentes Gral. José Antonio Páez y Gral. Héctor Villegas.  Sesionó durante veinte días, al cabo de los cuales sancionó una nueva Constitución que dividió al Estado en dos secciones: Bolivar y Yuruary.  La sección Bolívar, capital Ciudad Bolívar  integrada por los distritos Heres, Sucre, Cedeño y la Sección Yuruary, por los distritos Roscio y Piar.  En cada sección un Gobernador de libre elección y remoción del Presidente del Estado.  Este último electo por la Asamblea Legislativa.

Inmediatamente después de promulgada la constitución, se inició la campaña para los Concejos de Municipios y Asamblea Legislativa.  Entre tanto, fueron postulados como candidatos a la Presidencia del Estado el General Zoilo Vidal, quien se hallaba de Presidente del Estado Sucre y el General Arístides Tellería.

El 20 de febrero, aniversario de la Guerra Federal, la cual fue conmemorada con la inauguración de la reconstrucción del Dique y el Paseo Falcón, se instaló la Asamblea Legislativa, bajo la Presidencia del Dr. Santiago Izaguirre.  Ese mismo día Tellería renunció para aceptar la postulación y entregó el Gobierno al Dr. Luis Alcalá Sucre, Presidente de la Corte Suprema de Justicia, pero antes presentó el mensaje anual de su gestión ante los legisladores regionales.

Dio cuenta de todo lo hecho hasta entonces comenzando por dotar al Estado de un Himno a través de un concurso para la letra, el cual fue ganado por el poeta J. M. Agosto Méndez, conforme a decisión del Jurado compuesto por Hilario Machado, Dr. José Tadeo Ochoa y Juan Manuel Sucre.  En consecuencia se publicó un nuevo decreto aprobado el veredicto del Jurado y abriendo otro concurso para cubrir la parte musical, en la cual el Jurado integrado por los doctores Luis Alcalá Sucre, José Félix Armas e Hilario Machado hijo, favoreció la composición de Manuel Jara Colmenares, entonces director de la Banda del Estado.  El director de la Banda Marcial era José Francisco Calloca y hasta una tercera que tocaba en el Teatro Bolívar.

El 26 de febrero, luego de aprobado su Mensaje, el General Arístides Tellería fue electo por la Asamblea Legislativa, presidente constitucional del Estado Bolívar.  Consejeros: Dr. Luis Godoy, quien era inspector de Navegación del Orinoco y los generales Ramón Delgado Chalbauld y Anselmo Zapata Ávila. Suplentes: Generales Marcelino Torres García, Antonio Delgado Estévez y Antonio Celis Ruiz.

Ese mismo día la ciudad fue conmovida por la destitución del Presbítero Dr. J. M. Guevara Carrera, del Curato de la Catedral por su presunta participación en publicaciones hechas con motivo de “ciertas prédicas vulgares e inadecuadas al medio social donde vivimos”.  Bartolomé Tavera Acosta salió en defensa del sacerdote, quien era nieto del caudillo de la Guerra Federal Juan Antonio Sotillo y sobrino del prócer de la Federación, Santos Carrera, muerto en la Batalla de Orocopiche en 1892.  Meses después el sacerdote fue transferido a la Asunción (Margarita) en calidad de Cura – vicario.

El primero de marzo, el Gral. Tellería  se declaró en ejercicio del Poder Ejecutivo y nombró Gobernador de la sección Bolivar al general José María Urbina y al General Juan Fernández Amparan, Gobernador de la Sección Yuruay.

El 10 de marzo la legislatura eligió al Gral. Julio Sarría Hurtado y al Dr. Alberto Smith, senadores por el Estado Bolívar. Días después y con vista a la celebración del centenario de la Independencia, el presidente del estado dictó importantes decretos dirigidos a mejorar la calidad urbana y social de la ciudad.

Se refaccionó la Iglesia Catedral a solicitud del obispo Monseñor José María Durán y encargó al señor J. Montiel R. construir de concreto y cemento las gradas de la entrada principal.  Asimismo, de granzón y ladrillo picado, con capa de cemento romano, el piso de la entrada principal de la Iglesia, comprendido entre las gradas del atrio y la puerta mayor, con una longitud de 10 varas y 5 y media caras de ancho.

Construcción del Paseo 5 de Julio, con una longitud de 2.600 metros y 14 de ancho, desde el extremo norte del Dique hasta unirse el Paseo El Porvenir en la esquina de la Democracia.  Transformación de la Plaza Farreras en un parque de acuerdo con el plano propuesto por le ingeniero Abrahám Tirado, y para lo cual el Gobierno destinó Bs. 4.033,75.

La Junta del Centenario de la Independencia la presidía Luis Aristeguitea Grillet y estaba integrada por ciudadanos ligados a la ciencia, la historia, la literatura, las artes, la industria y el comercio e incorporaba además a los gremios y asociaciones de médicos, abogados, farmacéuticos, ingenieros, comerciantes, periodistas, tipógrafos, albañiles, zapateros, talabarteros, sastres, carpinteros, latoneros, plateros, músicos, artistas, literatos, criadores, panaderos, pescadores, barberos, a la Logia, clubes deportivos y Centros científico, literario y de estudiantes.  De igual manera los periódicos y  revistas                  El Luchador, Horizontes, Ecos de Angostura, El Anuncio, El Estimulo, Gaceta Oficial del Estado Bolívar, Gaceta de los Tribunales, Gaceta Municipal y, La Época, que comenzó a circular como diario el 3 de mayo de 1910, dirigido por el escritor y poeta Edmundo Vander Biest y dos meses después (5 de julio) se transformo en revista quincenal.


En torno a la celebración del primer centenario de la Independencia con un programa amplio y profuso de  obras y eventos sociales, artísticos y deportivos, se puso de manifiesto el entusiasmo general del pueblo. Por primera vez se dio un encuentro de Béisbol que a través del tiempo terminó imponiéndose al tradicional jugo de pelota popularmente conocido como Rondá, s se acrecentó la actividad taurina como la hípica y teatral, pero, la obra cumbre fue La Electricidad.  Ciudad Bolivar comenzó a tener energía eléctrica permanente en sus casas y calles a partir del 5 de julio de 1911, cincuenta días antes de renunciar a la Presidencia del Estado, el general Arístides Tellería luego de una divergencia con el Poder Nacional por cuestiones relativas a la administración de ejidos.  Lo suplantó el 24 de agosto el doctor Luis Godoy, presidente del Consejo de Gobierno.

viernes, 30 de octubre de 2015

Gobernador General David Gimón 1914-1915

Político y militar nacido en Zaraza, Estado Guárico, gobernó al Estado Bolívar desde el 14 de febrero de 1914 hasta el 25 de febrero de 1915.  Su gobierno fue prácticamente de transición, hasta tanto lo pretendía el Ejecutivo Nacional se reformara la Constitución en función de la continuidad y de un mayor control de Poder por parte del general Juan Vicente Gómez.

El General David  Gimón,  quien le había hecho oposición  al  régimen  de  Cipriano
Castro desde las filas del Partido Liberal Nacionalista, primero, y luego como segundo jefe de cuerpo del ejercito de la Revolución Libertadora, fue absorbido por el gomecismo y nombrado Presidente del Estado Guarico de donde pasó al Estado Bolívar para ejercer asimismo la primera magistratura por decisión de la Asamblea Regional Plenipotenciarios convocada conforme decreto del Ejecutivo Nacional del 21 de enero.

 Su primer acto de gobierno tras nombrar a Dr. José María Delgado, Secretario General, dispuso la eliminación definitiva de las llamadas Secciones político-territoriales de Bolivar y el Yuruary.  A partir de entonces el Estado Bolívar comenzó a regirse como una unidad federal integral, tan sola divida en distritos.

El 2 de junio, la Asamblea de Plenipotenciarios de los distritos del Estado Bolívar aprobó una nueva Constitución y lo mismo hizo el Congreso o Asamblea Nacional reunida en Caracas.

La nueva Constitución Nacional sancionada diez días después, permitía la reelección del Presidente de la República y eliminaba el Consejo de Gobierno; las ausencias o faltas del Presidente las podía suplir el Ministro que este  designara; sacaba de la sujeción del Presidente de la República la Comandancia General del Ejército.  Establecía el periodo presidencial de siete años y de tres años para restantes poderes públicos,  Congreso, Corte Federal de Justicia y legislatura regional.

Esta reforma constitucional provocó insurrección en varios Estados del país, incluyendo al Estado Bolívar, donde se había alzado Angelito Lanza, en tanto que el general Emilio Arévalo Cedeño invadía desde Colombia.

El General Horacio Ducharne, otrora vencido de la Revolución Libertadora, desembarcó por Oriente con un pequeño ejército de 350 soldados mientras el general Rafael Gabaldón se alzaba en Portuguesa.

Dada la situación, el Presidente del Estado, general David Gimón, decretó un impuesto de guerra para sostener al Ejército que se ocupaba en el interior de destruir las partidas revolucionarias.  Dicho impuesto consistía en inutilizar un Papel Sellado de diez bolívares por cada res o bestia que se embarcaba con destino fuera del Estado y otro de cinco bolívares o clase sexta, por cada res destinada al abasto público.  Asimismo Bs. 0,50 por cada kilogramo de purgo o balatá que se exportara.

El encargado de someter los levantamientos contra Gómez en la región del Yuruary era el vicepresidente del Estado, general Marcelino Torres García, cuyo ejército se enfrentó en Las Chicharras a los hombres del upatense Angelito  Lanza.  En esta acción el general Torres García tuvo dos pérdidas importantes:  los generales Segundo Salazar primero y Vicente Vásquez, después.

En el parte de la guerra del 19 de junio de 1914 que el general Marcelino Torres García le dirige al Presidente del Estado, Gral. David Gimón, después de la acción de Las Chicharras en la que perdió la vida el general Segundo Salazar, le informa que “Angelito Lanza con pocos compañeros que le quedan se salió por una pica reservada.  Ayer a la una lo alcanzó la caballería del Gral. Morales y le tomó algunos prisioneros  y lo obligó a internarse en la montaña.  El encuentro fue el en Cerro Largo, sabana de los Gruber.  Todas las salidas se las tengo tomadas mientras el general Vásquez les siguen los rastros.  A  Lanza le queda muy poca gente, hambrienta y descalza pues no les he dado tiempo para comer”.

A este parte de guerra enviado por telégrafo el 19 de junio desde Guasipati le siguió otro desde Upata el 22 donde reporta la muerte del Gral. Vicente Vásquez en la celada que le puso Angelito en el Paso del León. No obstante las pérdidas, el general Torres García logró pacificar la región del Yuruary y retornar a Ciudad Bolívar para aspirar a la Presidencia del Estado.

Durante el corto lapso del general David Gimón como Presidente del Estado, se registran seis hechos importantes en la ciudad capital: el surgimiento de una Fábrica de Cerveza, la salida desagradable de la diócesis, de Monseñor Antonio María Durand, el naufragio del Masparro, la aparición de la Gaceta Médica, la creación de la Clínica de los Niños pobres y erección de la primera Capilla protestante.

La Cervecería de Ciudad Bolívar, empresa fundada por Juan Andrés Pietrantoni y Luis F. Guevara, salió a la calle el 30 de junio con los tipos Sifón y Pilsen.  Estaba enclavada entre las avenidas Germania y 5 de julio y trabajaba con una planta de manufactura alemana capaz de producir 48 mil litros de cerveza mensualmente.

El séptimo Obispo de la Diócesis de Santo Tomás de Guayana Monseñor Antonio María Durand,  quien ejerció su episcopado durante 23 años (1892-1917), tuvo un final inconveniente y de disgusto con la Santa Sede y el Gobierno Nacional, al rechazar la imposición de Monseñor Sixto Sosa, como Provisor de la Diócesis.  El prelado de origen Trujillano contaba entonces 75 años y dado el mensaje de fecha 15 de junio enviado por el Ministro de Relaciones Interiores, C. Zumeta al Presidente del Estado David Gimón.

“Tengo la honra de comunicarle a usted, Excelencia, que la Santa Sede ha quitado toda jurisdicción sobre la Diócesis de Guayana al obispo Monseñor Antonio María Durand, la cual Diócesis queda sin gobierno espiritual”.

Monseñor moriría tres años después y así como intempestiva y tormentosamente naufragó la gestión del Obispo de la Diócesis naufragó también entre Ciudad Bolívar y San Fernando de Apure el vapor Masparro, con 72 personas a bordo, de las cuales perecieron solo cinco.  El resto fue a tiempo auxiliado y salvado.  Entre las personas que llevaban a su bordo con destino a San Fernando estaban, el general Ramón Garrido hijo, coronel Benjamín Olivieri, Gral. Ignacio Quintana, Cnel Juvenal Colmenares, Enrique Pocaterra, varios oficiales de trapo y los pasajeros Tomás Márquez, luis Trejo Esté, Arturo Saena y Francisco Lara.

La pérdida de Masparro agravó el trasporte fluvial que ya venía afectado.  Esto y otros factores favorecieron la fundación de una nueva línea de vapores en enero de 1915.  The Welcome Steansip establece un servicio entre La Guaira y Ciudad Bolívar con escalas en Barrancas, Trinidad, Demerara, Maroa, Cayena, Carúpano, Pampatar, Cumaná y Guanta.  Se inaugura con el vapor Bienvenido.

La Gaceta Médica, órgano de la Sociedad de Médicos del Estado Bolívar, salió a la calle con su primer número el primero de septiembre bajo la dirección del Dr. J. M. Agosto Méndez y una Junta de Redacción integrada por J. D. Montenegro, D. A. Blanco Ledesma y Manuel Felipe Flores.  Circuló hasta 1944 (30 años), primero mensualmente y luego con una periodicidad trimestral.

Al año siguiente (27 de enero de 1915), esta misma Sociedad de Médicos acordó la creación de la Clínica de Niños Pobres, atendida por los miembros de la corporación.       La Comisión que iba a llevar adelante la obra mediante el arbitramiento de fondos, estuvo formada por el Pbro. Dr. Adrián M Gómez, Dr. José Gabriel Machado, Dr. B. Tavera Acosta, Luis Roncayolo, A. Valera Villalobos, Jorge Suegart, Rafael Recao, Juan B. Pietrantoni  Mariño  y Dr. W. Monserrate Hermoso.

La primera Capilla Protestante de Ciudad Bolívar, fue levantada por iniciativa de súdditos británicos residentes, al final de la calle Libertad, frente al cerro El Vigía y fue construida por Alejandro Sutherland, oriundo de Trinidad y quien se distinguía como excelente constructor y porque, aún sin a la vejez, tenía treinta hijos, la mayoría varones.  El construyó buena parte de las aceras de la ciudad y ese año construía la de la cuadra comprendida entre la Copa de Oro y la Catedral.

1914  fue  el  año  terrible  para  los  europeos  y  de  laguna  manera   afectó   a   los
bolivarenses del lado acá del Orinoco, pues en agosto estalló la Primera Guerra Mundial al declarar Austria la guerra a Servia y movilizar Alemania 5 millones de hombres.  Buena parte del comercio bolivarense se hacía en Europa.  La colonia europea era importante y el temor la sobrecogió cuando en Trinidad comenzaron a ser redadas contra alemanes y fueron allanados barcos con el Appemme en busca de ellos.  Los residentes con nacionalidad de Países involucrados en la Guerra, entre ellos, Ángel Santos Palazzi, Nicolás Perruelo, Eduardo Frossi, Pío Cerami, debieron ausentarse para ir a pelear por sus respectivas patrias.

La Guerra europea entorpeció el aprovisionamiento de mercancías y materias primas como el papel.  El diario El Luchador, por ejemplo, debió reducir sus páginas de 4 a 2 debido al alza del papel, a los múltiples reatos del transporte marítimo, las dificultades del servicio regular de la correspondencia y libramiento de órdenes y giros mercantiles.

Hasta los Relojes públicos parecían afectados.  Tanto así que El Luchador del 21 de noviembre sacó esta nota: “No sabemos si también por causa del conflicto europeo o Guerra Franco-Prusiana, pero es lo cierto que los relojes tipos de Ciudad Bolívar como el de la Catedral, el del Acueducto y el del Resguardo – y no hablemos del de la esquina Boulissiere que anda más desconcertado que un contrabajo son bordones – vienen marchando hace algunos días cada uno por su cuenta y con tal disparidad que los infelices empleados se les hace una verdadera galimatías el saber la hora a que deben marchar a su trabajo”.

Agosto lucía así como funesto para los citadinos  porque  a  la  par  de  la  guerra,  el
Orinoco amenazaba con su crecida, el Papa Pío X dejaba de existir y en la ciudad moría el último farolero de Angostura, Benito Herrada,, quien antes del advenimiento de la luz eléctrica, transitaba diariamente con una escalera al hombre encendiendo los reverberos del alumbrado de kerosene.


La gestión del Gral. David Gimón concluyó el 25 de febrero cuando el Gral. Marcelino Torres García, fue electo por la Asamblea legislativa, Presidente Constitucional del Estado.

jueves, 29 de octubre de 2015

Gobernador Marcelino Torres García (Primer Período) 1915-1018



El Gral. Marcelino Torres García, pacificador de los brotes sediciosos de la Región del Yuruary, fue premiado con la Presidencia del Estado para el periodo constitucional 1915 – 1918. (Falleció en Caracas el 16 de abril de 1951 y sus restos trasladados a esta ciudad)

En las elecciones para que el periodo constitucional se iniciara en enero de 1915, resultados diputados al Congreso por el Estado Bolívar el Presidente saliente, Dr. Luis Godoy, quien luego será presidente del Estado Lara, y el Gral. César Vicentini. Senadores: Dr. Manuel Díaz Rodríguez y Dr. Domingo A. Coronil.

El Gral. Marcelino Torres García fue electo por la Asamblea Legislativa el 25 de febrero de 1915 y tomó posesión de la Presidencia del Estado el día siguiente a las nueve de la noche, junto con el Dr. José de Jesús Gabaldón y el Gral. Anselmo Zapata Ávila, primer y segundo vicepresidente, respectivamente.
Nombró Secretario General de Gobierno al Dr. W. Monserrate Hermoso, quien cinco meses luego fue sustituido por Víctor Alberto Rodríguez y este finalmente por le Dr. J. M. Agosto Méndez.

Prácticamente fue un gobierno de continuidad administrativa los primeros seis meses.  En septiembre comenzó a sentirse con la decisión de sustituir el Puente Lange sobre el río San Rafael por otro de mayor confiabilidad y en tal virtud decretó el 16 uno de hierro y mampostería, de 22 metros de largo por 4.50 de ancho y 2.50 de alto conforme a los planos presentados por el ingeniero municipal Dr. J. Mendoza Briceño a cuyo cargo corrió la dirección técnica.  En vez de Lange se llamará Puente Gómez asumió el Poder de forma absoluta.

Para los gobernantes gomecistas el 19 de Diciembre era una fecha tan importante como cualquiera efemérides patriótica y, por lo tanto, era conmemorada con actos oficiales que incluía la inauguración o decretos de realización de obras de servicio y monumentos públicos.

A tal efecto, el 19 de diciembre de 1916, el Presidente del estado decretó la creación de la Banda Gómez, bajo la dirección del profesor José Francisco Calloca, músico italiano llegado a Ciudad Bolívar a comienzo de siglo como integrante de una de esas Compañías de espectáculos teatrales que visitaban a Venezuela y no regresaban sonantes pasar por el Teatro Bolívar.

Calloca, anteriormente había sido director de Banda Marcial del Batallón Rivas     Nº 17 y subdirector de la Banda del Estado.  Estuvo en Caracas en 1914 y en el Templo de Altagracia, un Viernes Santos, estrenó su obra La Paráfrasis de Job, muy reseñada por la prensa.

El general Marcelino Torres García se lo trajo nuevamente para ponerlo al frente   de una Academia de Música creada por decreto del 3 de agosto de 1915 y cuyo único objeto era el de formar 40 músicos para una nueva Banda, es decir, la Banda Gómez.      La dirección de banda Marcial del Batallón Rivas, la puso en manos de Manuel Jara Colmenares, antiguo director de la Banda del Estado desde finales de siglo anterior.

La Banda Gómez fue vestida por la Casa Italia Adolfo Lapini con dos juegos de 44 uniformes de gala y media gala.  Los primeros de excelente paño negro de forma dolmar, de dos hileras de botones plateados y brandeburgos blanco y azules, sus correspondientes kepis de forma alta, semejantes al  usado por ciertos cuerpos de la infantería italiana, con plumero blanco y azul, cuerda con los colores venezolanos y una lira plateada.  Los uniformes de media gala eran de drill y kaki con sus distintivos e insignias.

Siguiendo la norma oficial fue decretada el 24 de junio, Día del Ejército e inaugurada el 19 de diciembre de 1917 la Plaza de la Rehabilitación en la zona de San Isidro.  En el centro de la plaza una columna de 15 metros ostentando la alegoría del gran cuadillo de la Rehabilitación, creada y ganada en concurso por le artista Juan de Dios Baldivián.

Como también era conveniente honrar el día del Ejército, le pusieron a El Trabuco el nombre oficial de 24 de junio.  El Trabuco era un camino que permitía el acceso de los habitantes de la ciudad a Los Morichales.  En esa ocasión la senda fue nivelada y puesta al servicio en mejores condiciones de transitabilidad.  De la misma manera, fue inaugurado frente a la Plaza Farreras el Parque Mariño y El Tapón transformado en Parque Piar luego de su reconstrucción con nuevos terraplenes, aceras, pavimentación, piletas y siembra de árboles.  El Paseo El Porvenir desmontado a partir de la parte baja de La Laguna siguiendo hacia Los Morichales, Paseo 5 de Julio, Avenida Germania, calle Orinoco y el Dique.

Al Dique se le hacía trabajos de reforzamiento y la dirección de las obras como fue puesta en manos del ingeniero francés J. M. Vallice, produjo disgusto en la Casa Blohm, consecuencia de la Guerra del 14.  El roce trascendió a la prensa local y alemán Fritz Kúhn, jefe de la Casa Blohm y Cía., fue llamado el kaiser o Guillermo II de Ciudad Bolívar.

Se pavimentaron El Paseo La Alameda y Calle Orinoco incluyendo la construcción de sus aceras y por último el Gobierno decretó de utilidad pública la Clínica de Niños Pobres fundada por la Sociedad de Médicos a objeto de poder contribuir según las necesidades de la institución.

Para época San Félix era un lugar distinto al Caroní.  A San Félix  se iba por el Orinoco y los pueblos del Caroní por Caruachi que ni siquiera era un camino sino prácticamente una trocha.  Un camino para entonces tenía la importancia de una carretera hoy.  De modo que el Concejo de Heres dictó el 3 de noviembre de 1916 un acuerdo declarado Camino la vía que conduce de Ciudad Bolívar a Caroní, por Caruachi.  Era e mismo camino real de la época de la Colonia.  En 1769 comenzó a construirlo el Gobernador Manuel Centurión, y fundó ese mismo año las Misiones de Santa Ana y Monte Calvario.

Durante ese lapso trienal de Marcelino Torres los Carnavales fueron alusivos a la Guerra del 14.  Los de 1915 las comparsas y carrozas representaron a todas las naciones del orbe.  Se escogió a una mujer bella para representar a cada país y entre la más bella de las bellas la Reina de la Paz.  Los escritores y poetas dedicaron a cada una poemas en verso y prosa.

La profusión de poetas en el Estado era increíble y los Gobernantes, no obstante si reciedumbre militar, no eran ajenos a esa manifestación.  El general Marcelino Torres dispuesto por decreto en diciembre de 1915 la publicación de los poemas del upatense Sabás Fernández, muerto en la Estación fronteriza de Bocas del Venamo el 23 de julio de 1912.

Los carnavales resultaban más vistosos por la incorporación del automóvil que llegaba de las marcas Ford, Dodge, Buick, valle y hasta un Dion Booton de seis asientos y 40 HP al lado de los ruletos y coches Victoria tirados por caballos.

Ver a una linda bolivarense transportada elegantemente vestida en un coche Victoria era como para salir directo en busca de remedio para el amor a la casa de Yaguarín, el brujo famoso de entonces que lo curaba todo con oraciones y alcornoque mezclado con raíces de Arestín, no obstante las criticas del doctor A. Lecuna Bejarano, presidente del Centro de Farmacéuticos.

El Bachiller Ernesto Sifontes todavía no se ocupaba de las observaciones meteorológicas sino que hallaba administrando una Agencia general de negocios que se ocupaba de solicitar terrenos para la explotación de productos naturales entre otros.  Por lo menos así decía el anuncio que mantenía en la prensa. De las observaciones meteorológicas se ocupaba desde la Dirección del Colegio Federal el profesor Guillermo Tell Villalobos, muy bien equipado con termómetros, barómetros y anemómetros.

De esos tiempos de Torres García es la Sociedad Cooperativa de Artesanos             y Obreros fundada con 73 miembros y la Lotería de Hospitales.  El Nuevo Diario,                El Universal y La Revista, publicaciones caraqueñas que circulaban en la ciudad regularidad, gracias a la distribución de Manzaneda Anzola.  Había una Casa de Pensionista llamada La India, en la calle Dalla-Costa, al lado de la Botica Vargas que su dueña Barbarita Enet de Pérez recomendada como la mejor del país. Los venezolanos, especialmente los bolivarenses, vivían absortos y pendientes de ese milagro llamado el Petróleo que según las informaciones ya había sido localizada en Cumaná, Pedernales, Maracaibo, Táchira, La Guajira, Delta del Orinoco y Betijoque.  Pronto los hacendados bolivarenses comenzarían a hacer acusaciones imaginándose un pozo de petróleo en cada fundo.

La zona de El Convento siempre presente en la crónica sensacional, ya por el niño de tres razas o porque la Policía sorprende a sujetos aprovechándose del material de su construcción o porque u argelino prófugo de Cayena cometió un asesinato.  Es tiempo de llorar, no sólo por los desmanes de los delincuentes sino porque los poetas o los hijos de los poetas se mueren.  Llegan las noticias de la muerte del hijo del poeta Andrés Mata en El Escorial, del gran poeta nicaragüense Rubén Darío, del comerciante guayanés Ángel Santos Palazzi en pleno combate de la Guerra del 14, del hermano del General Marcelino Torres García, en Caracas; de doña Manuela de Farreras, viuda del prócer de la independencia Ascensión Farreras; del tipógrafo de El Anunciador y El Luchador Cleto Navarro, del doctor Luis Natera Ricci, de Clemente Leoni, padre de Raúl Leoni, quien llegará a ser Presidente de Venezuela, en tanto que la balandra Emilia de Francisco Bartola naufraga al chocar contra la piedra de la Lavandera en Angostura.  La tripulación fue salvada por la lancha de vapor Cristina de Andrés J. Pietrantoni.

Para rematar, ocurrió la muerte del doctor Antonio María Durán, séptimo obispo de la Diócesis de Guayana, el 16 de junio de 1917.  Ya el gobierno de Diócesis, debido a sus 93 años, había pasado manos del Vicario Capitular Dr. Sosa.  El prelado falleció a las 4:35 de la tarde y sus restos embalsamados e inhumados en la Catedral.

Lina Mercedes Torres, hija del Presidente del Estado, Marcelino Torres García, había sido electa Reina del Carnaval 1917, pero luego debió renunciar por la muerte de su tío.  La sucesora Amelia Casalta, quien obtuvo 12.983 votos en las elecciones populares, también renunció ante la directa que entonces presidía W.D. Handerson.

El 20 de febrero de 1918 se venció el periodo constitucional de Marcelino Torres García y como aspiraba a la reelección resignó el Poder de acuerdo con el artículo 48 de la Constitución del Estado en manos  del Presidente de la Corte Suprema, Cipriano Fry Barrios, quien ratificó al Dr. J. M. Agosto Méndez en la Secretaría General

miércoles, 28 de octubre de 2015

Gobernador Marcelino Torres García (Segundo Período) 1918-1921


El 25 de febrero, el general Marcelino Torres García resultó reelecto Presidente del Estado Bolívar para el período constitucional 1918 – 1921 junto con F. Colmenares Pachecho y Anselmo Zapata Ávila, en calidad de primer y segundo vicepresidente, respectivamente.

El segundo mandato del general Marcelino Torres García estuvo centrado en hacer realidad las obras decretadas dentro del programa celebratorio del centenario del Congreso de Angostura, el 15 de febrero de 1919.

El año anterior, sendos decretos habían sido dictados por la Asamblea Legislativa y el Ejecutivo Regional para celebrar “con toda la pompa y solemnidad que merece el magno suceso”.

La Junta designada para tal fin la integraban José Afanador, Hilario Machado, Bartolomé Tavera Acosta, Régulo Machado, José Tadeo Ochoa, Santiago Izaquirre, Carlos Afanador, Ramón Sucre Contaste, J. G. Machado Siegert, W Monserratte Hermoso, Juan Manuel Sucre, J. M. Agosto Méndez, Ernesto Sifontes y Rafael Recao.  La celebración en los distritos Piar, Roscio, Cedeño y Sucre, fueron encomendadas a Juntas Subalternas.

Entre la serie de obras decretadas destacan la Plaza de La Ley con un monumento alegórico de mármol al Congreso de Angostura y de la cual sólo se colocó la primera piedra; una Escuela de Artesanos denominada escuela Diego Ballenilla en recuerdo del primer Secretario que tuvo el Congreso de Angostura; retrato al óleo, tamaño natural, del Libertador en actitud de leer su Discurso en la sesión de instalación del Congreso y del doctor Alejandro Prospero Reverend (pintura de José Eugenio Montoya); la Plaza República con el busto de Francisco Antonio Zea, primer Presidente del Congreso; Certamen Literario con premios de 400 bolívares para composiciones, prosa y verso, y dos plumas de oro como accesit (el de poesía fue ganado por Udón Pérez y el de prosa por Pedro F. Escalona y los accesit a F. Cova Fernández y J. M. Cova Maza, de Barcelona); medalla conmemorativa del centenario; la corporación Sociedad de la Historia compuesta de 20 miembros de Número, para estudiar los anales patrios, preferentemente los de Guayana; exposición de manualidades femeninas; retrato al óleo de Cristóbal Colón (del artista José Eugenio Montoya; edición, 1000 ejemplares) del Discurso de Angostura; reconstrucción del Teatro Bolívar y edición de un libro sobre el desarrollo industrial del Estado Bolívar.

A los festejos se asociaron con actos individuales los siguientes barrios que entonces existían en Ciudad Bolívar: San Isidro, Paseo Meneses, San Antonio, Puente Gómez, Paseo Gáspari, Plaza Miranda, La Concordia, Los Coolíes, Santa Ana, Guzmán Blanco y La Alameda.

La Sociedad de Historia se reunió el 3 de octubre de 1918, con la asistencia del Presidente del Estado, general Marcelino Torres García; el Secretario de Gobierno Rafael Villanueva Mata; doctor Bartolomé Tavera Acosta, doctor Jesús Mendoza Briceño, doctor Wenceslao Monserrate Hermoso, doctor Juan Manuel García Parra, Hilario Machado, doctor Félix Rafael Páez, doctor José Tadeo Arreaza Calatrava, doctor José Tadeo Ochoa, doctor José Manuel Agosto Méndez, doctor José Eugenio Sánchez Afanador, bachiller Rafael Recao y Juan Manuel Sucre.

La Directiva de la Sociedad quedó formada por el Dr. Jesús Mendoza Briceño, en calidad de Director; Subdirector, Dr. Cipriano Fry Barrios; Secretario, Br. Rafael Recao; Tesorero, Sr. José Eugenio Sánchez Afanador y Bibliotecario-Archivero, Dr. Bartolomé Tavera Acosta.

Luego de la reunión preparatoria se instaló el 22 de octubre en el Salón de Actos Académicos del Colegio Federal de Varones regido por un programa especial.                  La Sociedad  tuvo un órgano divulgativo llamado Fastos de Guayana.  El primer número salió en noviembre de ese año, administrado  por el Dr. W. Monserrate Hermoso.

Obra importante de la gestión de Marcelino Torres García fue el corte de Cerro Azul para darle salida a la calle Progreso que terminó de trazar y empedrar al igual que la Calle Dalla Costa con la cual quedó enlazada.

Los duros trabajos de Cerro Azul, a fuerza de barreno y mandarria, y en los cuales tomaron parte 50 delincuentes comunes de todo el Estado, comenzaron en febrero de 1818.

La longitud agregada a la calle Progreso hasta encontrar el Paseo El Porvenir, es de 54 metros y de 1.800 metros cúbicos el volumen de roca demolido con ayuda de tres mil tiros de dinamita. El material extraído fue utilizado en la pavimentación del Paseo Falcón.

El general Marcelino Torres García, uno de los pocos Gobernadores de la época nativo de Bolívar, alentaba la vieja aspiración de los bolivarenses de un ferrocarril que uniera a la capital con el interior del Estado.

En tal sentido estimuló un proyecto de manufactura inglesa, junto de 1920, que estuvo a punto de materializarse luego de introducirse al Congreso un contrato celebrado entre los Ministerios de Relaciones Interiores, Hacienda y Obras Públicas y el ciudadano John A. Browman para construcción y explotación de un Ferrocarril que partiendo de San Félix pasará por Upata, Guasipati, El Callao y Tumeremo.

Este corrió con malo suerte y en febrero de 1927 se estudió otra alternativa mediante la firma de un convenio entre el Ejecutivo Federal y el señor Edgar A. Wallis para la construcción de un Ferrocarril entre el Estado Bolívar y Territorio Delta Amacuro.

Wallis, súbdito ingles, en representación de la Venezuela Mining Syndicate Lid. recibió la concesión para construirlo y explotarlo durante 99 años.  Sería tendido desde un punto cualquiera de la margen derecha del Orinoco, aguas abajo del puerto de San Félix, hasta la región minera de El Callao, con derecho a prolongarlo hasta El Dorado, sobre el Cuyuní.  El punto de partida en el Orinoco se elegiría si fuese posible en un lugar accesible en toda época del año a buques trasatlánticos para carga y pasajeros.
La edición 8 de la revista Venezuela of today publicada en Nueva Cork dio cuenta de ese proyecto e informó en febrero de 1929 que los estudios ya concluidos marcaban la línea férrea desde el puerto de Sacupana a la margen del Río Grande, cruzando luego la Sierra Imataca y pasando por El Palmar, El Mamo y El Callao para terminar en el Alto Cuyuní.

También fue un proyecto más, sin resultados efectivos como el de 1873 del general Francisco Monserrate, cuya concesión obtuvo de la Asamblea Legislativa del Estado Soberano de Guayana. Aquel era un proyecto de ferrocarril limitado a la calle Orinoco para carga y descarga de los barcos mayores y menores que arribaran al puerto.  Como el de 1881 del general Venancio Pulgar, contrario suscrito con el Gobierno del General Antonio Guzmán Blanco para construir un Ferrocarril desde los márgenes del Orinoco hasta el Yuruary. Como el proyecto de 1885 de C.C. Fitzgerald de tener una línea férrea desde el Cuyuní hasta el Distrito Roscio.  Como el de De la Hante y Compañía (1887) para construir un ferrocarril entre el Orinoco y Guasipati.  Como el proyecto de Enrique Chaumer (1895), para la construcción de un ferrocarril Ciudad Bolívar – Gurí – Cicapara – El Callao.

A raíz de los descubrimientos de los grandes yacimientos de hierro y su consiguiente explotación por empresas foráneas, el Gobierno Nacional, a través del Instituto de Ferrocarriles, proyectó la construcción de una línea férrea entre Ciudad Guayana y el puerto marítimo de Guanta pasando por Ciudad Bolívar a través de un Puente sobre el Orinoco.  Todos estos contratos y proyectos fenecieron antes de emprenderse los trabajos.

Iniciativa importante en la vida artística cultural de Guayana bajo esta administración fue la institución de los Juegos Florales, con motivo del Día de la Raza.

En la Casa del bachiller César Augusto Acosta, se reunió un grupo de venezolanos y españoles con ese fin y nombró una Junta Organizadora presidida por Gabriel Beltrán Dalla Costa que trabajó desde el 2 de agosto, día de su instalación, hasta octubre cuando tuvo lugar el evento en el Teatro Bolívar.


Hubo tres torneos: el realizado en octubre de 1920 con motivo del Día de la Raza; el de febrero de 1923,, dedicado al centenario del natalicio de Juan Bautista Dalla Costa y el último, 1928, para conmemorar el Día de la Paz.

martes, 27 de octubre de 2015

Gobernador Vicencio Pérez Soto 1911-1923

Este militar y político venezolano, nacido en el Tocuyo, Estado Lara, fue uno de los hombres fundamentales de la dictadura gomecista y le toco gobernar al Estado Bolívar durante el periodo 1921 – 1923.

En enero de 1921, tal como estaba pautado constitucionalmente, feneció el segundo período del general Marcelino Torres García y fue electo y juramentado en su lugar por la Asamblea Legislativa para el período trienal 1921 – 1923, el general Vicencio Pérez Soto, quien venía de ejercer la Presidencia de Estado Apure.

Lo acompañó en la Secretaria General el doctor Antonio María Delgado, quien residía en la casa donde estuvo preso Piar poco antes de su fusilamiento en la Plaza Mayor.  Una de las primeras tareas del mandatario regional venido de Apure, fue realizar una gira detenida por el interior del Estado. Era la época de las voces prometedoras del petróleo que repercutieron contagiosamente en el Estado Bolívar.

A raíz de la promulgación de la primera Ley de Minas e Hidrocarburos, aprobada por el Congreso Nacional el 19 de junio de 1920, que disminuyó el tamaño de las concesiones y permitía a propietarios particulares tener concesiones en sus tierras, se desató en Bolívar la fiebre por el petróleo y cada hacendado creía tener un potencial pozo con su finca.

El propio Presidente del Estado, Vicencio Pérez Soto, obtuvo concesiones (1922) en el Bajo Orinoco que luego trasfirió en 1926. El doctor J. M. García Parra, dueño de la Clínica de su nombre entre las calles El Rosario y Porvenir, director del Hospital Ruiz y quien para 1921 celebraba sus Bodas de Plata profesionales, obtuvo concesiones para buscar y explotar petróleo que nadie había detectado en su hacienda de “El Amparo”.  Asimismo, Antonio Bianchi en su fundo “La Estrella”; Pedro Lucas Mérida, en la “Yeguera Merideña”; Antonio Valera Villalobos, en sus tierras de San Rafael de Borbón; Emilio Uncein, Marcelino Torres García y su hijo Manuel Torres Rendón obtuvieron sendas concesiones en sus haciendas.

Al Gobierno de Pérez Soto le preocupaba la situación deficitaria de la Municipalidad y decide por decreto disponer de 72 mil bolívares para cancelar sus deudas con el comercio local acumuladas durante once años.  Atendiendo a una solicitud del Obispo Sixto Sosa eleva a Santa Ana a la categoría de Parroquia Eclesiástica.  Crea la Escuela de Canto para Niñas bajo la dirección de Mercedes Tovar de Figarella.  Asimismo la primera escuela de taquigrafía y mecanografía para niñas.  Esta escuela con el nombre de “Isabel Soublete” tenía cupo para diez alumnas y la de canto para 12 niñas de 14 años.  Decreta y celebra el bicentenario del natalicio de Juan Bautista Dalla Costa.  Con tal motivo se realizan Juegos Florales, se publica una biografía del prócer escrita por el Dr. Luis Felipe Vargas Pizarro y se reconstruye la Plaza Miranda con su nombre.

Vicencio Pérez Soto fue uno de los Presidentes de Estados más preocupados         por el problema sanitario de la Laguna El Provenir y decidió conjuntamente con la Municipalidad hacerle frente.  El 6 de enero de 1922, el Concejo dispuso la desecación de la Laguna que mora al oriente de la población y al efecto creó una Junta de Fomento presidida por el Dr. J. M. Agosto Méndez e integrada por el mismo Presidente del Estado, Vicencio Pérez Soto, Fritz Kuhn, Carlos Palazzi, Virgilio Casalta, Pedro Luccioni, Carlos Suegart, Marco Guillermo Lanz y B Beltrán Dalla Costa.  Se contrató al inglés H. Gould un proyecto de desecación que costó 6.715 libras.

Para cubrir los costos del proyecto, el Gobierno Regional aportó 40 mil bolívares y la Municipalidad autorizó la emisión de 1000 bonos por valor de 50 bolívares cada uno, cuyos tenedores podían pagarse con los propios terrenos de la Laguna una vez saneados.  Se pidieron las máquinas a Norteamericana y se giró por adelantado 2 mil dólares equivalente a la cuarta parte de su valor.

La máquina se instalaron después de finalizado el período de Pérez Soto y durante el primer mes de trabajo, junio de 1927, funcionó durante 288 horas y 20 minutos y extrajo de la Laguna 69.200 metros cúbicos igual a 69.200 litros de agua.

Concluido su período, el general Vicencio Pérez Soto sale a ocupar la Presidencia del Estado Trujillo (1924-1926), donde se terminaba de construir el tramo de la carretera trasandina Valera – Escuque, para cuya inauguración creó el lema “Viva Gómez y adelante” que se popularizó por toda Venezuela.

La explotación del balatá y el pendare, al igual que el añil tuvo durante esta gestión problemas con el mercado foráneo al comprobarse que los mismos eran adulterados a objeto de lograr mayor peso.  Para evitar este riego denuncio, el General Pérez Soto dispuso multa de un mil pesos has 5 mil bolívares contra los empresarios que se les comprobase la adulteración con materias extrañas a dicho producto.

Para conmemorar el aniversario de la llamada Era de la Rehabilitación Nacional, el general Pérez Soto decretó una Exposición Regional.  En ese período se decretó el impuesto de un bolívar para la extracción del oro y fue demolido del Convento de los Franciscanos en la hoy Plaza Centurión. Decretó la construcción de la carretera Ciudad Bolívar a Upata pasando por Caruachi y se nombró una Junta para la conservación y mantenimiento de las vías de carreteras malogradas por los vagones tirados por yuntas de bueyes.

Durante el primer año de gobierno del general Vicencio Pérez Soto, ocurriendo dos muertes que de distintas maneras impactaron en el alma colectiva bolivarense.  La de Tomás Funes, el 31 de enero de 1921, en San Fernando de Atabapo y la de José Manuel  (El Mocho) Hernández, el 25 de agosto en Nueva York.

Funes, natural de Río Chico (Estado Miranda), hijo de un general de apellido Guevara que combatió en las guerras “Mocheras” y en la Revolución Libertadora, fue capturado y ejecutado por las tropas revolucionarias del general Arévalo Cedeño, luego de un Concejo de Guerra que lo halló culpable del asesinato de más de 400 personas de cuyos bienes se apropio, mientras bajo un régimen de terror se sostuvo en el Gobierno de Amazonas explotando el balatá y el caucho.


El Mocho Hernández, Jefe político y militar del Estado Bolívar después de la Batalla de Orocopiche en 1892 y el primer aspirante a la Presidencia de la República que hizo campaña electoral en Venezuela al estilo democrático de hoy, había nacido en   Caracas en 1853 y falleció en Nueva York en 1921, a la edad de 68 años.  Allí se hallaba perseguido del dictador Juan Vicente Gómez, tras un exilio de ocho años que había comenzado por Puerto Rico y Cuba.  También, por su persistencia espíritu de combate, lo había sido la Guzmán Blanco, Joaquín Crespo y Cipriano Castro.  

lunes, 26 de octubre de 2015

Gobernador Silverio González 1924-1927-1930

El General Silverio González, nativo de Cumaná, fue electo Presidente del Estado  Bolívar  para  el  trienio  1924 – 1927,  pero  prolongó  su  período  hasta  1930 cuando fue sustituido por el Dr. J. J. Gabaldón.

Recién dejaba la Gobernación del Estado Sucre cuando luego de haber sido transportado por mar hasta Barcelona, el Gral. Silverio González tomó allí un carro el 27 de febrero para dirigirse a Ciudad Bolívar a tomar posesión de la Presidencia del Estado para el período 1924 – 1927.

El 29, al mediodía, fue juramentado por la Asamblea Legislativa junto con el Gral. Marcelino Torres García y Anselmo Zapata Ávila, en calidad de primer y segundo vicepresidentes, respectivamente.

La llegada del nuevo Presidente del Estado casi coincide con la de Monseñor Miguel Antonio Mejía, quien luego de desempeñar durante veinte años la Vicaría Apostólica de Valera, fue consagrado Obispo de la Diócesis de Guayana.  Llegó a Ciudad Bolívar el 14 de marzo y tres meses después lo hizo el padre Diego Alonso Nistal, Obispo Partibus de Dorilea Y Vicario Apostólico de las Misiones del Caroní, con sede en Upata.

Prácticamente inactivas durante más de una  centuria, las Misiones del Caroní volvían por sus fueros.  El 4 de marzo de 1922, Su Santidad Pío había dictado la Bula Quoties Romani Pontíficos por medio de la cual quedó erigido el Vicariato Apostólico del Caroní y confió sus Gobierno a los Frailes Menores Capuchinos de San Francisco. A partir de entonces, los padres capuchinos Nicolás de Carmenes, Fray Gabino de San Román y Maimino Catrillo, fundadores de la iglesia de El Callao y El Palmar, fundador también junto con el explorador Lucas Fernández Peña, la Misión de Santa Elena de Uairén, 1931.  Asimismo, las Misiones de San Francisco de Luedpa, Santa Teresita de Kavanayen, Nuestra Señora de Coromoto de Kamarata y Wonken.

Hasta marzo los citadinos tuvieron agasajando al nuevo Presidente del Estado Bolívar.  La Escuela de Música y Canto, bajo la orientación de José Francisco Miranda, ofreció en su honor un concierto que tuvo lugar en la casa de Mercedes de Figarella, que luego se repitió en el Teatro Bolívar a beneficio de los trabajos de reparación de la Catedral que se preparaba para recibir a su nuevo obispo andino.

Tan andino como el Ex−Presidente Cipriano Castro que el 5 de diciembre de ese año (1924) falleció en Puerto Rico donde se hallaba exiliado después de haber estado en Europa tratando el riñón que le hizo perder o dejar la Presidencia en manos que no pudieron regresársela.

La llegada de 1925 encontró al Estado Bolívar con una población superior a los 70.000 habitantes y acusando una balanza de pago a su favor pues exportaba para Europa y Norteamérica más de 10 millones de bolívares en productos naturales e imprimaba unos 4 millones en renglones manufacturados.

El Concejo Municipal, intentando poner orden en el desarrollo urbano de la capital, dictó el 14 de septiembre de 1925 una Ley de Arquitectura; la cual no permitía, Artículo 35, el uso de aleros.  Los edificios que se construyan deberán tener cornisa y los desagües de los techos deberán bajar a la calle por cañerías empotradas en mampostería, prohibiéndose en absoluto las trompetillas de desagüe.
Esta ley fue promulgada en Gaceta Municipal y el diario vespertino El Luchador. Para entonces circulaban en el Estado diecinueve publicaciones.  Además de las anotadas, se editaban el Correo de Guayana (diario), la Gaceta Eclesiástica (semanario), la Voz del Orinoco (mensual), Labory Confraternidad (mensual), Astrea (mensual), Hispana (mensual), Gaceta Médica (mensual), Asilo de la Paz (mensual), El Loro (semanario),       El Pueblo (decenario), Caridad, El Trueno y La Campana (ocasionales).  En el Callao circulaba El Molino; El Yuruary, en Guasipati; El Germinal, en San Fernando de Atabapo y El Alba, de Anita Acevedo Castro, en Upata.

En El Alba de Anita Acevedo Castro, semanario fundado el 15 de febrero de 1922 y que circuló durante veinte años, colaboraba el doctor Eduardo Oxford, quien el 4 de octubre de ese año de 1925 falleció en Upata, donde ejerció y realizó varios trabajos científicos, entre ellos Geografía Médica del Yuruary y La Fiebre Amarilla en Upata, con prólogo del Dr. Luis Razetti.

Al mes siguiente también, fallecieron en Ciudad Bolívar, los Generales Máximo Hernández y Vicente La Rosa, próceres de la Guerra de Federación.

La llegada del petróleo o Mene, como le decían los indios, hacía temer por el futuro de la agricultura en Venezuela.  En Ciudad Bolívar se fundó la Sociedad Protectora de la Agricultura,  presidida por Eduardo Boccardo, la Sociedad de Artesanos y Obreros donó 500 kilos se semillas de algodón a los agricultores y el Gobierno Regional creó el Premio Gómez, de 8 mil bolívares, para el mayor productor del año.
Posteriormente el Congreso Nacional acordó adquirir para la Nación las tierras propiedad del general Juan Vicente Gómez denominadas Hatos del Caura, por la cantidad de 17 millones de bolívares, para el desarrollo de un vasto plan de colonización.  El acuerdo firmado por el Presidente del Congreso Pedro Emilio Coll, establece que son 14 leguas cuadradas ubicadas en el Distrito Cedeño.

Entre tanto en Caracas se reformaba de nuevo la Constitución Nacional para prolongar la vida del general Juan Vicente Gómez en el poder.  Esto implicaba igualmente reformar las Constituciones Regionales.  En Bolívar se instaló la Constituyente el 21 de diciembre bajo la presidencia del Dr. J. M. Agosto Méndez y el 25 el  Presidente Silverio González presentó su Mensaje y el Dr. Antonio María Delgado su Memoria y Cuenta.

De manera que el Estado Bolívar amaneció en 1926 con una nueva Constitución que poco modificada la anterior, pero que la ponía en sintonía con la Carta Fundamental de la República que el Dictador hacía modificar con la sola intención de perpetuarse en el Poder y evitar que el mando de las fuerzas armadas se alejara de sus manos.

A pesar del descontento político creciente, estas modificaciones de conveniencias satisfacían la vanidad y ambición de poder de Juan Vicente Gómez como seguramente lo llenaba el tener raros ejemplares fáunicos en su Zoológico de Maracay, entre ellos, un Tigre negro capturado en Guayana.

Una tigra negra fue cazada por el ganadero Félix Páez Ezeiza en su hato La Yegüera, a principios de febrero. Durante la operación cinegética que costó la vida al felino, cuatro de sus perros resultaron heridos, mientras el cachorro, también negro como la madre, no fue posible cazarlo vivo en el momento sino 24 días después y regalado al General Gómez a través del Gral. Augusto Casado.

Tratando de cazar un Oso Palmero en el mismo propósito, Merizo Palazzi fue desgarrado desde el femoral hasta la rodilla en su fundo Caruto, más allá de la Pica de Araciana.  El Oso enfurecido lo atacó luego de haber sido herido de un disparo por el mayordomo de su hato.

Del período gubernamental del general Silverio González es La Escalinata de estilo romano que se gasta Ciudad Bolívar en la calle Carabobo.  Fue decretada por el Presidente del Estado en mayo de 1926, con el objeto de fluir sin interrupción la comunidad peatonal de la calle Carabobo a través de la llamada Laja del Campanario y al mismo tiempo con la calle Bolívar.

Los trabajos se iniciaron el 5 de mayo a objeto de que estuviese lista para ser inaugurada el 19 de diciembre, aniversario del ascenso de Gómez al Poder.  La dirección de la obra, con balaustrada de cemento armado, fue encomendada al ingeniero Antonio Simón Pietri.  Antes, el sitio era un depósito de basura y animales muertos.  El inspector de Obras Públicas era Leoncio Martínez.

Cabe decir que en febrero de 1909 se tomó la decisión oficial de acometerla sin resultados tangibles.  Existe una Revolución del entonces Encargado del Ejecutivo,             J Campbell Acosta, por medio de la cual designa a Antonio Valera Villalobos “Para ejecutar los trabajos de la calle Carabobo en la cuadra comprendida entre las calles Amor Patrio y Bolívar, y construcción de una Escalinata de concreto que de acceso a la expresada calle por la calle Bolívar”.

Esta Escalinata fue lamentablemente demolida en 1967 y sustituida por otra de muy inferior calidad arquitectónica.  En 1987 fue reconstruida conforme a su diseño original dentro de los proyectos de intervención para la revitalización del Casco Histórico de Ciudad Bolívar.

De ese prolongado período de seis años datan los primeros Telares e Hilanderías que tuvo la ciudad capital, fundados por Ernesto Bilancieri; la construcción del Aeródromo para que pudieran operar los aviones franceses Potez Loraine y Latecoere 26 para el servicio postal y de pasajeros; los Cursos de Enfermería establecidos por la Cruz Roja, entonces presidida por el doctor Manuel Felipe Flores; la pavimentación del Paseo                            El Porvenir; inauguración del Semanario Diocesano creado por Monseñor Miguel Antonio Mejía y la demolición del Teatro Bolívar con miras a construir uno nuevo, dado su progresivo estado de deterioro.


El general Silverio González gobernó hasta el 18 de octubre de 1930 cuando fue destinado a la gobernación de Anzoátegui.  En su lugar fue designado el Dr. J. J. Gabaldón.

domingo, 25 de octubre de 2015

Gobernador José de Jesús Gabaldón 1930-1931

Durante el período gomecista el doctor José de Jesús Gabaldón  fue  Presidente de  los   Estados  Anzoátegui,  Monagas,  Zulia  y  Bolívar.   Ejerció  la  presidencia  de Bolívar de 1930 a 1931 cuando se separó indefinidamente y dejó encargada por el resto de su gestión al Secretario General de Gobierno, upatense Dr. Toribio Muñoz.

La reforma de la Constitución Nacional de marzo de 1929 transfirió al presidente de la República la facultad que tenían las Asambleas Legislativas de elegir a los Gobernadores o Presidentes de Estado.  Asimismo eliminó los Vicepresidentes. De allí que el doctor José de Jesús Gabaldón, fuese designado ejecutivamente por el Presidente de la República o, mejor dicho, transferido de la Gobernación de Anzoátegui a la de Bolívar, donde tomó posesión el 22 de octubre de 1930 y designó al Dr. Toribio Muñoz, Secretario General de Gobierno.

Esta reforma constitucional hizo inestable a los Presidentes de Estado, pues el tiempo de su mandato dejaba a un lado la soberanía regional, aunque generalmente espúrea, para someterse a las decisiones personales del Presidente de la República.  De allí que Gabaldón durase tanto como Juan Bautista Pérez en la Presidencia de la República.

Gómez, desde 1908 no había dejado de ejercer el Poder directamente a través de segundas personas, para lo cual demandaba reformas constitucionales que le permitían siempre ser, comandante general de las Fuerzas Armadas Nacionales, así el Presidente fuese otro como el Dr. Juan Bautista Pérez, quien ejerció entre 1929 y 1931, tiempo durante el cual se presentó en el país una crisis económica caracterizada por la falta de abastecimiento, desempleo y hambre.

Los poderes de Gómez al retornar al poder en julio de 1931 eran omnímodos pues no sólo concentraba en su persona el poder político y militar sino también la facultad de nombrar los Presidentes de Estado.

De manera que el doctor José J. Gabaldón estuvo menos de un año en la Presidencia del estado y al llegar se encontró con el enfrentamiento entre la Nueva Cervecería de Ciudad Bolívar, a favor de la cual tomó partido, y la C.A. La Electricidad que se consideraba invadida en sus derechos de concesión al autorizar la Municipalidad la instalación de una Planta Eléctrica paralela.

Durante su lapso presidencial, Gabaldón apenas si pudo inaugurar, en la oportunidad del centenario de la muerte del Libertador, 300 metros de pavimentos de la avenida Bolívar, 200 metros de tubería de cemento para la Bomba de Desecación de la Laguna, el busto de Monseñor Mariano de Talavera y Garcés; y el nuevo edificio de la Clínica de Niños Pobres, iniciado por la Sociedad de Médicos y terminado por la  Cruz Roja.

Decreto la pavimentación del Paseo Falcón, desde la esquina San Félix hasta el Dique y el enlace con la calle Piar, desde la esquina La Placiere pasando por la esquina de El Lago, La Plaza Farreras, El Porvenir y 5 de Julio hasta su terminación a la entrada del camino de Caruachi.

El Concejo Municipal, para no quedarse atrás decretó la celebración del Día de la Madre, todos los años, el tercer domingo del mes de mayo a partir del 1931.
La batuta de la Banda Gómez del Estado pasó de las manos del profesor José Francisco Miranda a las de Laudelino Mejías.  Telmo Almada estrenó en el Paseo Falcón con la Orquesta Venezuela su vals “Canciones de Himeneo”.  Por su parte, Miranda estrenó con la Banda Gómez, su pasodoble “Late 28” y firmó con la Southen Music Publishing Co. De Nueva York, el contrato de grabación de su joropo “La Sapoara”.

El “Late 28” era una avión de manufactura francesa adquirido por Aeropostal para inaugurar el 21 de abril de 1930, la ruta Ciudad Bolívar – Maracay.  Posteriormente la del interior del Estado y el ramal Ciudad Bolívar – Trinidad.  El Late 28 era pilotado por Paúl Vachet, a quien Fitzi Miranda dedicó el pasodoble.

Fue el tiempo en que don Rómulo Gallegos visitó al Estado Bolívar con el fin de escribir su novela Canaíma.  En febrero de 1931, el escritor fue objeto de un agasajo y escribió esta dedicatoria en el Álbum de Ana Luisa Contaste:

“Encantadora ciudad, cordial ciudad esta que se empina sobre la milenaria roca que la soporta para adelantar su saludo al que viene hacia ella surcando el río o atravesando el espacio, y no hay viajero peregrino de la bellaza o traficante afamado en pos del filón milagroso que al pasar frente a ella no sienta el deseo de arriar las velas del barco aventurero del corazón y echar el ancla en sus playas de siempre”.

“Y es que las sirenas del Orinoco cantan desde las alturas de esta ciudad cuando en la dulce atardecida o en la apacible noche fresca, como mágicos jardines, las azoteas, el asomarse a ellas las muchachas, todas llenas de gracia, para templar con la suntuosidad de los incomparables crepúsculos el poder embrujador de sus miradas o para hundirlas, soñadoras, en las hondas lejanas dormida bajo el claro encanto lunar…. Mientras en las silenciosas playas el majestuoso río enamora a la ciudad gentil en el madrigal de plata  de sus leves espumas”.

Comenzando el mes de julio el doctor José de Jesús Gabaldón se separó de la Presidencia del Estado y dejó encargada a su Secretario General del Gobierno, doctor Toribio Muñoz, a quien le tocó combatir, junto con el coronel Ángel M. Sánchez, la segunda invasión desde Colombia del General Arévalo Cedeño.

El 21 de junio de 1932, aniversario de la Batalla de Ciudad Bolívar, lo celebró con la inauguración de las siguientes obras: Levantamiento y reforzamiento de los malecones en el Paseo Falcón, desde el Resguardo hasta el Dique; construcción de 120 metros de cloacas en la calle Dalla Costa, desde la esquina de la Aduana hasta el Orinoco; construcción de 60 metros de cloacas en la calle Igualdad, apertura y pavimento de una calle en el barrio Los Culíes hasta salir a la Plaza Centurión.

Toribio Muñoz dio respaldo entusiasta al Ronda femenino, al béisbol, fútbol e hipismo. Ciudad Bolívar tuvo su primera emisora local, la Broadcasting Bolívar, de Rafael Ángel Cabrera, coincidiendo con la recepción de las primeras emisoras de la Broadcasting Caracas.


El doctor (ingeniero) Toribio Muñoz (upatense), gobernó interinamente hasta 1933 y presidió los actos fúnebres del músico y compositor Manuel Jara Colmenares, quien falleció el 8 de junio de 1932.  Fue director de la Banda del Estado y autor de la música del Himno del Estado Bolívar.  Había  nacido en Táriba en 1862 y llegó a Guayana en 83 como cornetista de la Banda del Ejército.