miércoles, 14 de octubre de 2015

Gobernador Héctor Guillermo Villalobos 1945-1946


Héctor Guillermo Villalobos, poeta, educador y político ejerció la Presidencia del Estado Bolívar desde el 24 de octubre de 1945 hasta el 18 de mayo de 1946, menos de siete meses. Tenía entonces 34 años de edad y recién había publicado su segunda obra lírica: Jagüey.
            El golpe militar contra el gobierno de Medina Angarita ocurrió el 18 de octubre de 1945, pero en Ciudad Bolívar la reacción fue retardada. No fue sino dos días después cuando reaccionaron contra el gobierno local los dirigentes principales de Acción Democrática y el Batallón Mariño Nº 9 acantonado en el Cuartel del Capitolio.
            El diario El Luchador tituló el lunes 22: “La Revolución ha triunfado en todo el país. Victoriosa jornada de la juventud militar y del partido Acción democrática. Constituida en esta Capital la Junta Revolucionaria Cívico-militar del Estado Bolívar”. Luego un editorial titulado: Radical cambio político.
            La junta  la integraba Julio C. Paván, en calidad de Presidente provisional; José Luis Mattei, Ramón Vicente Tovar, Enrique Vecchionacce, José Luis Orsetti, Régulo Salazar, Luis Felipe Pérez Flores, Ramón Vicente Tovar, Rafael Simonovis, por el sector civil; y por el militar los subtenientes Ásale Roa Medina y Carlos R. Camacho Paz.
            Por mandato de la nacional, esta Junta local quedó disuelta dos días después (día 24 de octubre) que fue nombrado Héctor Guillermo Villalobos. Presidente del Estado.
            Villalobos, bolivarense nacido el 20 de julio de 1911 era director del Liceo Fermín Toro de Caracas y había sido diputado al Congreso por el Estado Bolívar en el periodo 1937-1940.
            Llegó de Caracas el mismo 24 y se encargó de la Presidencia a las seis de la tarde. Inmediatamente nombró a J.M. Siso Martínez, Secretario General de Gobierno y a la poeta Luz Machado, Secretaria Privada. Gobernadores de distritos a: Rafael Simonovis, Heres; José Ma. Rizo, Piar; Dr. Rafael Arana, Roscio; Pedro Ramón Castro, Cedeño; y Ramón Centeno, gobernador del distrito Heres debió dejar la Secretaría General de Acción Democrática en manos de Edmundo Cruz Prieto, pero en enero del año siguiente renunció, reclamado por el trabajo partidista y su negocio La Casilla Central que funcionaba en el mercado. De manera que desde el 17 de enero de 1946 la gobernación de Heres la ejerció Joaquín Vicente Echeverría.
            Vuelto el país a la normalidad, comenzó de nuevo la actividad en todas las órdenes de la vida nacional, pero bajo otro signo político marcado muchas veces por el desbordamiento y pugnacidad.
            Antes de cerrar el año 1945, Héctor  Guillermo Villalobos decretó la eliminación de los gastos de sostenimiento de la Casa Presidencial, los gastos de automóvil del Presidente y del Secretario General del Estado, rebajó los gastos de representación, fijó en 3 mil bolívares el sueldo del mandatario, creó la Policía Rural Montada, doto de instrumental quirúrgico a los hospitales y decretó duelo público por la muerte de del doctor Luis Felipe Pizarro, quien ejerció en Ciudad Bolívar la profesión de médico durante 50 años además de ser autor de trabajos científicos y ocupar cargos públicos de relevancia.
            Las perspectivas de lograr mejores divisas para el país no sólo se presentaban con la demanda petrolera, sino con el hierro del cual se habían descubierto importantes yacimientos en el interior de Guayana. Las minas del Pao, detectadas en 1926, comenzaron en noviembre del 45 a ser explotadas por la Iron Mines of Venezuela Co. Los trabajos de infraestructura habían arrancado por Palúa en 1940. Earl K. Nixon, geólogo norteamericano instalado en El Pao desde 1931, tuvo mucho que ver con la explotación del hierro allí por parte de la Iron Mines, la cual había invertido hasta entonces 45 millones de dólares en estudio e instalaciones para explotación del mineral.
            No sólo el hierro después del petróleo estaba en perspectiva. También la hidroelectricidad. En diciembre estuvieron en la región preceptuando el potencial hidroeléctrico del Caroní los doctores Oscar Augusto Machado, gerente de la Electricidad de Caracas; John R. Long, ingeniero norteamericano y Raimundo Aristiguieta, banquero e industrial guayanés.
            El doctor Raimundo Aristiguieta, quien estudió secundaria en el Colegio Federal de Ciudad Bolívar y derecho en la UCV, tenía sin duda una excelente vocación industrial pues había fundado en Caracas, Barranquilla, Puerto Rico y Panamá la famosa fábrica de sombreros de paja Britania. Ahora, interesado por el desarrollo del potencial hidroeléctrico del Caroní, también lo demostraba por la industrialización de la carne de Guayana, incluyendo la de tortuga, pues tan pronto entró el año 1946, fundó e inscribió en el Juzgado de Comercio de Caracas la Empresa EDECO, para industrializar la carne de todos los productos de la tortuga del Orinoco así como toda clase de conservas de animales y vegetales. Dispuso para ello un capital inicial de 100 mil bolívares para ser elevado a 500 mil después del primer año. El estudio sobre la industrialización de la carne de tortuga lo había hecho el técnico Carlos Schulz. Se pensaba beneficiar 40 mil tortugas al año equivalente a 300 mil kilogramos de carne así como 7.200.000 huevos al promedio de 180 por unidad. Este proyecto no tuvo éxito.
            Siendo poeta el presidente del Estado, no resultaba extraño que sus primeros invitados dentro del ámbito cultural fueran también poetas de la calidad de Nicolás Guillén y de Miguel Otero Silva. Ambos llegaron a Ciudad Bolívar el primero de Febrero de 1946 para ofrecer un recital en la Biblioteca Auditorio, a la que el gobierno regional bautizó entonces con el nombre de José Manuel Agosto Méndez. Otro recital fue ofrecido en el Cine América y los ilustres visitantes obsequiados luego con un paseo por el Orinoco y una gran paella valenciana en el Morichal de Rafael Alejos en la Avenida Táchira.
            Nacionalmente se estaban echando las bases de URD y a Ciudad Bolívar llegaron el 18 de ese mes Elías Toro y Jorge Figarella. Se reunieron en la casa de Pedro Montes para fundar la Seccional del partido. Acudieron Paúl Tomasi, Reinaldo Guevara, Oscar Parra, Rogelio Pérez Rojas, Elías Guevara Ruiz, Dr. R. Daza Soteldo, J.M. Gómez Rengel, José Rosalino Flores, José Alcalá, José Agosto Méndez, Luis Ginestra, Eduardo Azanza y José R. Machado, entre otros.
            Pero mientras los nuevos grupos políticos que surgían a la arena trataban de consolidarse, en Acción Democrática, al menos en Bolívar, se percibía cierta pugnacidad  por razones virtualmente burocráticas que llevaron a la renuncia del Director de política, Regulo Salazar, redactor del semanario humorístico El Loro y posteriormente a la del secretario General de Gobierno Siso Martínez.
            Regulo Salazar fue acusado de deslealtad y en un escrito publicado en El Luchador por Isidro Guevara lo tildan de “Pigmeo del periodismo” y lo desprecian diciéndole “que se vaya a otra parte  con su sinfonía de bejuco”.

            La renuncia del Director de Política se produjo el 18 de febrero y la de Siso Martínez el 24 de abril. Este último fue sustituido por el Dr. Ángel Domingo Beroes. La crisis se agudizó y la Junta Revolucionaria de Gobierno se vio obligada a terminar con la pugna designando al doctor Fernando Álvarez Manosalva, nuevo Presidente del Estado Bolívar.

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