El Gral.
Marcelino Torres García, pacificador de los brotes sediciosos de la Región del Yuruary, fue
premiado con la
Presidencia del Estado para el periodo constitucional 1915 –
1918. (Falleció en Caracas el 16 de abril de 1951 y sus restos trasladados a
esta ciudad)
En las elecciones para que el periodo constitucional se
iniciara en enero de 1915, resultados diputados al Congreso por el Estado
Bolívar el Presidente saliente, Dr. Luis Godoy, quien luego será presidente del
Estado Lara, y el Gral. César Vicentini. Senadores: Dr. Manuel Díaz Rodríguez y
Dr. Domingo A. Coronil.
El Gral. Marcelino Torres García fue electo por la
Asamblea Legislativa el 25 de febrero de 1915 y tomó posesión de la Presidencia
del Estado el día siguiente a las nueve de la noche, junto con el Dr. José de
Jesús Gabaldón y el Gral. Anselmo Zapata Ávila, primer y segundo
vicepresidente, respectivamente.
Nombró Secretario General de Gobierno al Dr. W. Monserrate
Hermoso, quien cinco meses luego fue sustituido por Víctor Alberto Rodríguez y
este finalmente por le Dr. J. M. Agosto Méndez.
Prácticamente fue un gobierno de continuidad
administrativa los primeros seis meses.
En septiembre comenzó a sentirse con la decisión de sustituir el Puente
Lange sobre el río San Rafael por otro de mayor confiabilidad y en tal virtud
decretó el 16 uno de hierro y mampostería, de 22 metros de largo por 4.50 de
ancho y 2.50 de alto conforme a los planos presentados por el ingeniero
municipal Dr. J. Mendoza Briceño a cuyo cargo corrió la dirección técnica. En vez de Lange se llamará Puente Gómez
asumió el Poder de forma absoluta.
Para los gobernantes gomecistas el 19 de Diciembre era
una fecha tan importante como cualquiera efemérides patriótica y, por lo tanto,
era conmemorada con actos oficiales que incluía la inauguración o decretos de
realización de obras de servicio y monumentos públicos.
A tal efecto, el 19 de diciembre de 1916, el Presidente
del estado decretó la creación de la Banda
Gómez, bajo la dirección del profesor José Francisco Calloca, músico
italiano llegado a Ciudad Bolívar a comienzo de siglo como integrante de una de
esas Compañías de espectáculos teatrales que visitaban a Venezuela y no
regresaban sonantes pasar por el Teatro Bolívar.
Calloca, anteriormente había sido director de Banda
Marcial del Batallón Rivas Nº 17 y
subdirector de la Banda del Estado.
Estuvo en Caracas en 1914 y en el Templo de Altagracia, un Viernes
Santos, estrenó su obra La Paráfrasis de
Job, muy reseñada por la prensa.
El general Marcelino Torres García se lo trajo
nuevamente para ponerlo al frente de
una Academia de Música creada por decreto del 3 de agosto de 1915 y cuyo único
objeto era el de formar 40 músicos para una nueva Banda, es decir, la Banda Gómez. La dirección de banda Marcial del
Batallón Rivas, la puso en manos de Manuel Jara Colmenares, antiguo director de
la Banda del Estado desde finales de siglo anterior.
La Banda Gómez
fue vestida por la Casa Italia Adolfo Lapini con dos juegos de 44 uniformes de
gala y media gala. Los primeros de
excelente paño negro de forma dolmar, de dos hileras de botones plateados y
brandeburgos blanco y azules, sus correspondientes kepis de forma alta,
semejantes al usado por ciertos cuerpos
de la infantería italiana, con plumero blanco y azul, cuerda con los colores
venezolanos y una lira plateada. Los
uniformes de media gala eran de drill y kaki con sus distintivos e insignias.
Siguiendo la norma oficial fue decretada el 24 de junio,
Día del Ejército e inaugurada el 19 de diciembre de 1917 la Plaza de la
Rehabilitación en la zona de San Isidro.
En el centro de la plaza una columna de 15 metros ostentando la alegoría
del gran cuadillo de la Rehabilitación, creada
y ganada en concurso por le artista Juan de Dios Baldivián.
Como también era conveniente honrar el día del Ejército,
le pusieron a El Trabuco el nombre
oficial de 24 de junio. El Trabuco era un camino que permitía el
acceso de los habitantes de la ciudad a Los Morichales. En esa ocasión la senda fue nivelada y puesta
al servicio en mejores condiciones de transitabilidad. De la misma manera, fue inaugurado frente a
la Plaza Farreras el Parque Mariño y El
Tapón transformado en Parque Piar
luego de su reconstrucción con nuevos terraplenes, aceras, pavimentación,
piletas y siembra de árboles. El Paseo El Porvenir desmontado a partir de la
parte baja de La Laguna siguiendo hacia Los Morichales, Paseo 5 de Julio,
Avenida Germania, calle Orinoco y el Dique.
Al Dique se le hacía trabajos de reforzamiento y la
dirección de las obras como fue puesta en manos del ingeniero francés J. M.
Vallice, produjo disgusto en la Casa Blohm, consecuencia de la Guerra del
14. El roce trascendió a la prensa local
y alemán Fritz Kúhn, jefe de la Casa Blohm y Cía., fue llamado el kaiser o
Guillermo II de Ciudad Bolívar.
Se pavimentaron El Paseo La Alameda y Calle Orinoco
incluyendo la construcción de sus aceras y por último el Gobierno decretó de
utilidad pública la Clínica de Niños Pobres fundada por la Sociedad de Médicos
a objeto de poder contribuir según las necesidades de la institución.
Para época San Félix era un lugar distinto al
Caroní. A San Félix se iba por el Orinoco y los pueblos del
Caroní por Caruachi que ni siquiera era un camino sino prácticamente una
trocha. Un camino para entonces tenía la
importancia de una carretera hoy. De
modo que el Concejo de Heres dictó el 3 de noviembre de 1916 un acuerdo
declarado Camino la vía que conduce de Ciudad Bolívar a Caroní, por
Caruachi. Era e mismo camino real de la
época de la Colonia. En 1769 comenzó a
construirlo el Gobernador Manuel Centurión, y fundó ese mismo año las Misiones
de Santa Ana y Monte Calvario.
Durante ese lapso trienal de Marcelino Torres los
Carnavales fueron alusivos a la Guerra del 14.
Los de 1915 las comparsas y carrozas representaron a todas las naciones
del orbe. Se escogió a una mujer bella
para representar a cada país y entre la más bella de las bellas la Reina de la
Paz. Los escritores y poetas dedicaron a
cada una poemas en verso y prosa.
La profusión de poetas en el Estado era increíble y los
Gobernantes, no obstante si reciedumbre militar, no eran ajenos a esa
manifestación. El general Marcelino
Torres dispuesto por decreto en diciembre de 1915 la publicación de los poemas
del upatense Sabás Fernández, muerto en la Estación fronteriza de Bocas del
Venamo el 23 de julio de 1912.
Los carnavales resultaban más vistosos por la
incorporación del automóvil que llegaba de las marcas Ford, Dodge, Buick, valle
y hasta un Dion Booton de seis
asientos y 40 HP al lado de los ruletos y coches Victoria tirados por caballos.
Ver a una linda bolivarense transportada elegantemente
vestida en un coche Victoria era como para salir directo en busca de remedio para
el amor a la casa de Yaguarín, el brujo famoso de entonces que lo curaba todo
con oraciones y alcornoque mezclado con raíces de Arestín, no obstante las
criticas del doctor A. Lecuna Bejarano, presidente del Centro de Farmacéuticos.
El Bachiller Ernesto Sifontes todavía no se ocupaba de
las observaciones meteorológicas sino que hallaba administrando una Agencia
general de negocios que se ocupaba de solicitar terrenos para la explotación de
productos naturales entre otros. Por lo
menos así decía el anuncio que mantenía en la prensa. De las observaciones
meteorológicas se ocupaba desde la Dirección del Colegio Federal el profesor
Guillermo Tell Villalobos, muy bien equipado con termómetros, barómetros y
anemómetros.
De esos tiempos de Torres García es la Sociedad Cooperativa de Artesanos y Obreros fundada con 73 miembros y la
Lotería de Hospitales. El Nuevo
Diario, El Universal y La
Revista, publicaciones caraqueñas que circulaban en la ciudad regularidad,
gracias a la distribución de Manzaneda Anzola.
Había una Casa de Pensionista llamada La India, en la calle Dalla-Costa, al lado de la Botica Vargas que
su dueña Barbarita Enet de Pérez recomendada como la mejor del país. Los
venezolanos, especialmente los bolivarenses, vivían absortos y pendientes de
ese milagro llamado el Petróleo que según las informaciones ya había sido
localizada en Cumaná, Pedernales, Maracaibo, Táchira, La Guajira, Delta del
Orinoco y Betijoque. Pronto los hacendados
bolivarenses comenzarían a hacer acusaciones imaginándose un pozo de petróleo
en cada fundo.
La zona de El Convento siempre presente en la crónica
sensacional, ya por el niño de tres razas o porque la Policía sorprende a
sujetos aprovechándose del material de su construcción o porque u argelino
prófugo de Cayena cometió un asesinato.
Es tiempo de llorar, no sólo por los desmanes de los delincuentes sino
porque los poetas o los hijos de los poetas se mueren. Llegan las noticias de la muerte del hijo del
poeta Andrés Mata en El Escorial, del gran poeta nicaragüense Rubén Darío, del
comerciante guayanés Ángel Santos Palazzi en pleno combate de la Guerra del 14,
del hermano del General Marcelino Torres García, en Caracas; de doña Manuela de
Farreras, viuda del prócer de la independencia Ascensión Farreras; del
tipógrafo de El Anunciador y El Luchador Cleto Navarro, del doctor Luis Natera
Ricci, de Clemente Leoni, padre de Raúl Leoni, quien llegará a ser Presidente
de Venezuela, en tanto que la balandra Emilia de Francisco Bartola naufraga al chocar
contra la piedra de la Lavandera en Angostura.
La tripulación fue salvada por la lancha de vapor Cristina de Andrés J.
Pietrantoni.
Para rematar, ocurrió la muerte del doctor Antonio María
Durán, séptimo obispo de la Diócesis de Guayana, el 16 de junio de 1917. Ya el gobierno de Diócesis, debido a sus 93
años, había pasado manos del Vicario Capitular Dr. Sosa. El prelado falleció a las 4:35 de la tarde y
sus restos embalsamados e inhumados en la Catedral.
Lina Mercedes Torres, hija del Presidente del Estado,
Marcelino Torres García, había sido electa Reina del Carnaval 1917, pero luego
debió renunciar por la muerte de su tío.
La sucesora Amelia Casalta, quien obtuvo 12.983 votos en las elecciones
populares, también renunció ante la directa que entonces presidía W.D.
Handerson.
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